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A estas alturas hace un año estaríamos recibiendo a la primavera en el campo, rodeados de familia, amigos, viajando... Ahora la situación ha cambiado y no podemos permitirnos estos pequeños momentos de felicidad que tanto nos llenaban, y hasta ahora no sabíamos cuánto. A cambio, este año nos enfrentamos a una nueva realidad debido a la pandemia global ocasionada por el virus Covid-19. Esta etapa es y seguirá siendo muy dura, tenemos que sacar fuerzas de donde no las hay y seguir hacia delante. Pero lo hacemos, porque en este tiempo, nos hemos dado cuenta de que somos más fuertes de lo que nunca habríamos pensado, ¿por qué? Porque sacamos fuerzas para quedarnos en casa. Sacamos fuerzas para ir a trabajar en los momentos más duros. Sacamos fuerzas para trabajar desde casa y adaptarnos a este nuevo desafío. Sacamos fuerzas para ayudar a las personas que no pueden salir de casa ni a hacer la compra. Sacamos fuerzas para no poder despedir a nuestros familiares y amigos como se merecen. Sacamos fuerzas para aplaudir cada día y agradecer a todas las personas que están a pie de cañón luchando en primera fila esta guerra. Sacamos fuerzas para reconocerlos como héroes y heroínas, y también para reivindicar que deben estar equipados como lo que son, porque no puede ser de otra manera. ¿Os imagináis un guerrero sin su espada? ¿Una escudera que fuera a la guerra sin su escudo? Pues nosotros tampoco, no nos cabe en la cabeza. Ahora las heroínas y los héroes no llevan capa, llevan bata. Tampoco llevan antifaz, llevan mascarillas, pantallas y guantes. No nos vamos a cansar de luchar por sus derechos, por los derechos de todos.



Pero es que además somos tan fuertes, que aún después de todo esto nos siguen quedando ganas para sacar fuerzas y SONREÍR. Sonreír porque todo va a pasar. Sonreír porque todo va a salir bien. Sonreír porque podemos dedicarnos más tiempo a nosotros mismos y a los demás, aunque sea en la distancia. Sonreír porque estamos aprendiendo a valorar lo realmente importante. Sonreír porque cuando todo pase, vamos a ser mucho más conscientes de la importancia que tiene el cuidado de la naturaleza, el cuidado de la sanidad pública, el cuidado de la investigación, del arte… Vamos a ser tan conscientes de cosas que antes no sabíamos ver o apreciar como se merecen, que vamos a aprender a luchar por ellas, porque lo necesitamos. Y así, llegará el momento en el que todo pase, y podamos compartir esta sonrisa con nuestros seres más queridos. Llegará el momento de volver a salir a disfrutar, incluso el salir a la calle a tomar un café nos aportará felicidad, y sabremos valorarlo. Llegará el momento de volver a descubrir la naturaleza, de volver a descubrir paisajes, de volver a descubrir fósiles. Llegará el momento de seguir viviendo aventuras. Porque la vida no para, a este virus lo vamos a vencer TODOS JUNTOS.



¿Y qué estamos haciendo nosotros en este tiempo? Pues no darnos por vencidos, seguimos trabajando al máximo para que cuando volvamos podamos ofreceros lo mejor. En este sentido, hoy os queremos hablar de una iniciativa que comenzamos hace un par de meses con un conjunto de empresas amigas de nuestra provincia. Este nuevo proyecto se llama Rumbo a Cuenca. Si queréis enteraros de todos los detalles, no dejéis de visitar la web que hemos preparado: www.rumboacuenca.com. Esta asociación, como bien dice su nombre, tiene como objetivo principal que cojamos nuestras brújulas, mapas o GPS y cada vez más personas pongamos #RumboaCuenca.



¿Por qué? Los conquenses bien sabemos el tesoro que tenemos en nuestra ciudad y su entorno natural. Y ahora más que nunca, es tiempo de contárselo a todo el mundo para que entre todos sanemos nuestra mente y cuerpo en este entorno excepcional. Porque todo el mundo tiene derecho a disfrutar como lo hacemos nosotros de caminar por sendas recónditas, de relajarnos escuchando el agua del río, de bañarnos en las pozas de agua cristalina que tan cerca están de Madrid o Valencia. Es tiempo de que cada uno de nosotros siga descubriendo desde casa tesoros que esconde nuestro territorio, que tanto tiene que ofrecer. Nosotros os seguiremos presentando lugares, rincones, e historias que esperamos os saquen por un momento del salón de casa. Cerrar los ojos y transportarse hasta el yacimiento de Las Hoyas, 130 millones de años atrás, y caminar entre dinosaurios. Transportarse al río Júcar, a alguna de las cascadas del barranco de Los Cortados e imaginar que disfrutamos del agua cayendo sobre nuestro cuerpo en un día soleado. Imaginarse que estamos caminando entre las rocas de los Callejones de Las Majadas, apreciando el olor y tacto de su excepcional variedad de flora rupícola. Pronto será tiempo de dejar de imaginar y hacer de todos estos sueños y viajes una realidad. Pronto estaremos juntos disfrutando de todos estos pequeños placeres que nos ofrece la naturaleza, MUY PRONTO.



Mientras tanto, tenemos que seguir luchando.

Este año no tenemos que lamentarnos por no disfrutar de los primeros rayos de Sol primaverales, de las tardes con luz haciendo deporte en el exterior. NO. Lo que tenemos que hacer es alegrarnos porque no todos los años vamos a tener la ocasión de salvar el mundo quedándonos en casa. Esta situación es excepcional, para bien y para mal. Y de aquí tenemos que salir fuertes, salir felices, para poder apreciar hasta el más mínimo detalle que cada día nos ofrezca. No tenemos ninguna duda de que lo vamos a conseguir.

VOLVEREMOS.